Ubicación:
Miraflores, Lima, Perú
Año proyecto: 2011 - 2013
Área construida:
4 311 m2
Fotografía:
Renzo Rebagliati
Premio:
Mención Honrosa en la XIX Bienal de Arquitectura Peruana
Multifamiliar
Verdea
Verdea, entendiéndose parte del proceso de densificación y pérdida de superficie vegetal del barrio, se propone igualar toda la superficie vegetal que existió en la vivienda que lo antecedió. Como esto no resulta posible en superficie de suelo natural, lo hace en las fachadas y en los techos a diferentes niveles. De ese modo, asegura una masa vegetal que pueda seguir “limpiando el aire” en una ciudad que tanto lo necesita.
El edificio cuenta con sótanos de estacionamiento para autos y bicicletas, una planta baja de ingreso y áreas comunes de usos múltiples, y 5 pisos de dos departamentos por planta, organizados longitudinalmente de modo que todos tienen fachada hacia el parque al Este y hacia la avenida al Oeste.
El proyecto propone una gradación paulatina entre lo público y lo privado, empezando por las terrazas al Este, que son casi parte del parque, junto a las que se agrupan sala y comedor, con la fachada más transparente de todo el edificio, recibiendo el sol de la mañana. Los dormitorios tienen vistas al pasaje peatonal al Norte y a la avenida arbolada del Oeste. Las ventanas de estos ambientes son herméticas y operables, con marcos de PVC ecológico, lo que evita infiltraciones de aire e ingreso de ruido. La distribución permite la ventilación cruzada de todos los departamentos, consiguiendo confort térmico sin usar aire acondicionado y con buena iluminación natural.
Se eligen maderas amazónicas certificadas, además de materiales pesados locales como el cemento y sus agregados, acabados de pisos de producción nacional como los terrazos y las baldosas empastadas de la casa Rosselló, que además cargan con una gran memoria de la arquitectura republicana limeña, y piedras nacionales como el travertino en lugar de mármoles o porcelanatos importados de China.
Las mamposterías son de ladrillos sílico-calcáreos, evitando el ladrillo de tierra cocida que genera un gran impacto negativo en los pequeños y frágiles valles fértiles del desierto costeño donde se ubica Lima. Se usan aparatos ahorradores de agua y riego tecnificado por goteo y se disponen espacios en cada cocina y en las áreas de servicio comunes para la segregación de residuos para su reciclaje.