
Ubicación:
Cieneguilla, Lima, Perú
Año proyecto: 2010 - 2012
Área construida:
339 m2
Fotografía:
Cristobal Palma
Premio:
1er Puesto Nacional en la XV Bienal Nacional de Arquitectura 2012
Casa
Campo Oeste



El paisaje del terreno, tanto como la forma de la casa, trata conservar la orientación de los surcos originales y mantener así la memoria del lugar. Se diseña un cerco de celosía de madera, permeable y ligero, que serpentea entre los árboles para hacer un borde menos duro, más amable. El portón de ingreso al abrirse nos deja ver la casa parcialmente y a lo lejos, entre las capas de vegetación, para que en el recorrido, caminando entre los surcos de flores, se vaya descubriendo poco a poco.

La casa se posa sobre el terreno como trazos sobre las líneas de cultivo preexistentes. Se desarrolla como un sistema estructural de sección similar: un lateral de madera y vidrio y vistas al paisaje cercano de los diferentes jardines y el otro lateral con un muro masivo y bajo, tipo tapia, que sirve de fondo a los ambientes y muebles de la casa, y sobre el cual se erigen unas columnas metálicas que dan el apoyo al techo a dos aguas invertidas, que abre la visual al paisaje lejano de los cerros y de las copas de los árboles.





Esta misma estructura construye los tres volúmenes que conforman la casa: el primero es el volumen social, un solo espacio de sala, comedor y cocina, flanqueado a ambos lados por terrazas bajo pérgolas de madera; el segundo volumen es el dormitorio principal, articulado en ángulo de 60 grados con el primero y conformando un jardín entre ambos, que es la vista privada de este ambiente y se diseña como un jardín japonés en memoria a la infancia del dueño de casa en ese país; el tercer volumen son los dormitorios secundarios y de servicio, también en angulo de 60 grados, con vista de estos ambientes hacia el jardín posterior y la huerta. Los muros masivos de ambos volúmenes de dormitorios delimitan un espacio triangular como estar familiar, que tiene vista hacia un patio de naranjos amargos.



Los muros masivos con sus diferentes orientaciones, reciben la radiación solar y actúan como masa térmica que atempera las inmediaciones de la casa. Los lados de mamparas permiten abrir sólo la celosía de madera cuando se quiere tener ganancia solar directa, o cerrar la celosía cuando se busca sombra, y abrir los vidrios cuando se quiere ventilar.